Vino

Romanée-Conti, un vino que hay que probar antes de morir.

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Romanée-Conti

Los viñedos de Domaine de la Romanée-Conti han pasado a lo largo de los años por varias manos. La familia Leroy es copropietaria de la casa desde 1942 y está a cargo de su venta y distribución en casi en todo el mundo.

El vino Romanée Conti del Domaine de la Romanée es un monopolio, es decir, pertenece y es cultivado por el propietario. Esta mención al monopolio aparece en cada etiqueta de este gran vintage. El Domaine de la Romanée-Conti es probablemente el vino más prestigioso del mundo y consistentemente de los más caros también. La bodega se encuentra en el mundialmente famoso municipio francés de Vosne-Romanée, en la zona de la Côte de Nuits, lugar en donde se producen vinos verdaderamente míticos.

El Romanée Conti tiene su origen en la época romana, de ahí su apelativo romanée. Los soldados que conquistaron medio mundo en aquel entonces tenían la orden de viajar con sarmientos de vid en sus macutos, y los plantaban allá donde se extendiera el vasto Imperio. Se explotó su cultivo por primera vez en 1232, y desde entonces la bodega cambió de propietario nueve veces. La viña es de 1.8 hectáreas y la Pinot Noir data del siglo XV, cuando fue plantada por los monjes de Saint-Vivant.

En el siglo XVII, la nobleza de la corte comenzó a interesarse en la viña del Romanée. En 1760, el príncipe Louis François de Borbón-Conti y Madame de Pompadour lucharon por la posesión de este campo. El príncipe de Conti ganó y dio su nombre a la parte de 1,8 hectáreas: Romanée Conti, siendo su propietario desde 1760 hasta 1793.

Al comprarla en 1760 el príncipe de Conti, de la familia real francesa, se añadió su apellido al nombre de la viña. El príncipe retiró el vino del mercado, reservándolo para su consumo exclusivo. Como la práctica totalidad del viñedo, fue confiscada en la época de la Revolución Francesa, y posteriormente vendida,

En 1869, Romanée Conti pasó a ser propiedad del Sr. Davault. En 1942, su nieto, el Sr. de Villaine, se convirtió en copropietario de esta parte. Las dos familias se asocian y explotan también otros grandes vinos. Las viñas de la parte de Romanée Conti fueron replantados por completo en 1945, a raíz de la epidemia de la filoxera.

El padre del actual Aubert de Villaine vendió la mitad de la propiedad a su amigo Henri Leroy, conocido comerciante de vinos y licores de Auxey-Duresses. Así se unen los dos apellidos de las familias que continúan siendo los propietarios, a partes iguales, en la actualidad: los De Villaine y los Leroy.

Romanée Conti es parte de la historia de Francia, y se ha convertido por mérito propio en una leyenda. Su importancia es tal que se comentó en una ocasión que el gobierno galo estaría dispuesto a dar cualquier cosa por preservar esta marca como patrimonio identificativo del país ante una posible compra extranjera.

La casa produce ocho etiquetas, todas ellas Grand Cru, Romance-Conti, La Tâche, Richeburg, Romance-Saint Vivant, Grands Echezeaux, Echezeaux, Montrachet y Corton. De todas las etiquetas, la Romanée-Conti es la más apreciada y valorada y en ella se prueba una mezcla casi artística de uvas Pinot Noir con una fragancia, aroma, textura y cuerpo que estremecen.

La Tâche, cuyas viñas tienen también casi 50 años, de la que se producen cerca de 20 mil botellas anualmente (es el vino de mayor producción de la bodega), es el otro monopolio en su posesión. Es, con poco más de 6 hectáreas, el vino más prestigioso de la Côte de Nuits, después de la propia Romanée-Conti. Incluso es discutido si la calidad de La Tâche es superior a la de la Romanée-Conti, o viceversa.

Hablar de Romanée Conti es hablar de una obra de arte realizada con acierto con uvas Pinot Noir, que se caracteriza por la fragancia, aroma, textura y cuerpo que confiere a los vinos.
Es un fruto originario y característico de los tintos de Borgoña. Una variedad que no se adapta fácilmente a cualquier región, pues requiere de un clima frío para lograr buenos resultados, y que en esta zona logra éxitos sorprendentes, en especial en este vino que es mucho más que vino, pues se transforma en toda una dimensión cultural.

Los vinos del Domaine de la Romanée Conti se comercializan únicamente después de tres años. Todo se lleva a cabo para obtener vinos de alta capacidad de conservación. Son de precios importantes de jóvenes, pero alcanzan sus límites cuando maduran y sus afortunados poseedores los ofrecen en pública subasta. La pugna entre los más ricos aficionados eleva sus precios habitualmente a más de 10.000 dólares la botella. En el mercado especulativo, estos vinos alcanzan sumas todavía más altas. Es lo que sucedió en octubre del 2012 en la casa de subastas donde una caja de Romanée Conti de 1990 fue vendida en 297,400 dólares. O el caso excepcional de una botella de 1945, adquirida por un coleccionista privado al precio de 123,919 dólares.

Decanter, la famosa y conocida revista británica especializada en vino, publicó recientemente una lista con “Los 100 vinos que es necesario probar antes de morir”, tres de los diez primeros vendrían de la Domaine de la Romanée Conti, siendo el más famoso el Romanée Conti, uno de los vinos más caros y extraordinarios del planeta.

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